BIZCOCHO DE ZANAHORIA SALUDABLE (COOPERATIVA "PEQUEÑAS DELICIAS")

 


INGREDIENTES 

(para 2 personas)

3 huevos

3 zanahorias

100 ml. AOVE

200 gr. de harina integral

170 gr. panela (o sustituto saludable)

2 yogures naturales sin azúcar 

1 cucharada de canela en polvo

1 cucharada de levadura en polvo


ELABORACIÓN

Lo primero será precalentar el horno a 180º C.

Vamos a empezar rallando la zanahoria.

En un bol aparte, añadiremos los huevos y los batimos. Después añadimos el AOVE, la levadura, la panela y la canela en polvo. Batimos todo con la ayuda de unas varillas.



Una vez tenemos esos ingredientes mezclados, echamos la zanahoria y volvemos a remover para integrar.


Vamos ahora a añadir la mitad de la harina tamizándola, para que la mezcla quede más homogénea y sin grumos. 

La otra mitad, la echamos entera, sin tamizar, para que también contenga parte de la fibra de la harina integral. Lo mezclamos todo muy bien.



Añadimos ahora los dos yogures.

Una vez tenemos todo bien mezclado, lo echamos en un recipiente o molde de bizcocho. Para que no se nos pegue, untaremos previamente el molde con AOVE.


Ya está listo para hornear, al menos durante 40 minutos.

Para saber si está listo el bizcocho, pincharemos el centro con un palillo, si sale sucio, estará demasiado crudo.

Una vez que hemos comprobado la cocción, retiramos del horno y dejamos enfriar para que coja consistencia y esté perfecto para cortar y degustar.


REDACTADO POR A.M.M.A

FOTOGRAFIADO POR MANOLI




A la hora de hacer repostería saludable en casa, muchas veces nos surge la duda de cómo incorporar dulzor y textura a nuestras recetas sin emplear azúcar, harinas refinadas, ni lácteos. Aunque existen muchos edulcorantes naturales, la mejor opción para añadir dulzor a nuestra elaboración es utilizar alimentos enteros de origen vegetal, y por eso os explicamos cómo elaborar diferentes postres con frutas y verduras.

¿Qué ventajas nos aporta incorporar frutas y verduras en nuestras elaboraciones dulces?

  • Van a enriquecer nuestra receta con una significativa dosis de fitoquímicos con acción antioxidante, como los carotenoides, los flavonoides (antocianinas, quercetina, catequinas, etc.), así como ácidos fenólicos tales como el ácido elágico y el gálico. Muchos de estos compuestos antioxidantes han demostrado ejercer una acción antinflamatoria, anticancerígena, neuroprotectora y anti-edad, habiendo demostrado ejercer una acción protectora frente a la enfermedad cardiovascular, la diabetes, obesidad y patologías neurodegenerativas (1).
  • Con la incorporación de frutas y verduras no sólo vamos a aportar fitoquímicos antioxidantes, sino también fibra fermentable con acción prebiótica, como es el caso de la pectina y el almidón resistente. La riqueza en fibra de las frutas y verduras ayuda a reducir el índice glucémico de nuestros dulces saludables, lo cual significa que nuestros niveles de glucosa en sangre no experimentarán una subida brusca tras su ingesta, sino que nos proporcionará una energía duradera y más estable. 
  • Las frutas y verduras frescas son ricas en vitamina C (potente antioxidante), aunque ésta se destruye si cocinamos demasiado los vegetales. Sin embargo, si hacemos cocciones a baja temperatura u optamos por el vapor, la vitamina C se mantendrá en una gran proporción, lo cual nos ayudará a absorber mejor el hierro de la receta. Ingredientes empleados en la repostería saludable, como los granos enteros (trigo sarracenoavena, etc.) y los frutos secos, resultan ser ricos en hierro, pero para mejorar su absorción, resulta muy recomendable combinarlos con alimentos ricos en vitamina C.
  • Muchas frutas y verduras destacan por su versatilidad, dando resultados sorprendentes en la repostería. En muchas ocasiones resultan muy útiles para sustituir los huevos, el gluten y el azúcar. Los purés de frutas y verduras caseros aportan una suave textura a nuestras elaboraciones, así como originales y variados sabores.

Un apunte importante es que cuando vayamos a incorporar frutas y verduras a las masas de bizcochos, magdalenas o tartas o preparaciones que lleven algún tipo de harina, es importante que tengamos en cuenta la humedad total de la mezcla. Si añadimos frutas y verduras crudas, que es la forma en la que presentan un mayor contenido en agua, puede que le proporcionen demasiada humedad a nuestra receta y, cuando metamos en el horno la preparación, posiblemente se hunda o la consistencia no sea del todo buena. Además, hay algunas frutas y verduras que si las incorporamos crudas, apenas aportarán dulzor a nuestra receta. Por ejemplo, en el caso de la zanahoria, cuando la añadimos cruda y rallada a algún tipo de masa (como masas de bizcocho), endulzará poco la receta y probablemente obtengamos una masa demasiado húmeda. Sin embargo, si previamente cocinamos al vapor la zanahoria y la trituramos, la adición de este puré va incrementar significativamente el dulzor de nuestra receta. Además, nos ayudará a ligar los ingredientes y la masa resultante no será tan húmeda.

Donde sí podemos emplear frutas y verduras crudas es en recetas de repostería crudivegana. Como la preparación no va a ir al horno y no se emplean harinas de cereal, incorporar las frutas crudas no va a suponer ningún problema, en lo que a consistencia y sabor se refiere. Por ejemplo, podemos emplear aguacate para elaborar deliciosas mousses crudiveganas, plátanos congelados para hacer helados, etc. Sin embargo, lo que sí hay que tener en cuenta es que toda preparación que hagamos con fruta y verdura cruda debe consumirse con rapidez, no conservarla más de 1-2 días. Por ejemplo, el aguacate y los plátanos se enrancian muy rápido, así como la manzana y zanahorias crudas. Por esta razón, lo ideal sería consumir los postres con frutas el mismo día que se han hecho.


Postres con calabaza

Su vívido color anaranjado es signo de su abundante riqueza en betacaroteno, licopeno, zeaxantina y luteína (2), que son carotenoides con acción antioxidante, que han demostrado resultar muy importantes para mantener una buena salud ocular, ya que actúan evitando la degeneración de la mácula. Es una hortaliza muy digestiva y dulce, lo cual la convierte en una perfecta candidata para ser empleada en la repostería.

Para que la calabaza proporcione el mayor dulzor y textura a nuestra receta, la mejor opción es asarla. Para ello haremos lo siguiente:

  • Cogemos una calabaza tipo cacahuete (suelen ser las más dulces) y la horneamos entera, durante 45 minutos a 180 ºC. 
  • Posteriormente, la sacamos y dejamos que se atempere. Cortamos un trozo, lo pelamos con las manos y lo trituramos junto con un chorrito de bebida vegetal sin azúcares añadidos y una cucharadita de canela.
  • Este puré lo incorporaríamos en nuestra masa de bizcocho, muffins o lo que nos hayamos dispuesto a hacer. Este puré de calabaza asada endulzará nuestra receta, de forma que no habrá que añadirle ningún tipo de endulzante. El puré lo añadiríamos en la parte líquida de la receta. Para conseguir los mejores resultados, las proporciones serían: 2 tazas de harina integral (de avenasarraceno, etc.) + 1 taza de puré de calabaza asada + ½ taza más de bebida vegetal o agua. 

Ejemplos de recetas dulces con calabaza: 

Postres con zanahoria

Las zanahorias son muy recomendables, especialmente cuando son cocinadas al vapor, ya que de esa forma van a proporcionar un sabor dulce a nuestras recetas al mismo tiempo que vamos a absorber mejor su abundante betacaroteno. Además, la zanahoria es rica en pectina, que es una fibra fermentable, con acción prebiótica, que ha demostrado ser útil para reducir los niveles de colesterol LDL y puede ayudarnos a reducir el riesgo de cáncer colorrectal. La zanahoria también destaca por su contenido en poliacetilenos, como el falcarinol, el cual destaca por sus propiedades antibacterianas, antioxidantes y antiinflamatorias.

A continuación te mostramos como preparar las zanahorias para que endulcen nuestras elaboraciones:

  • Primero de todo las cocinaremos al vapor, que es la forma en la que quedan más jugosas. Con 10 minutos de cocción al vapor será suficiente.
  • Posteriormente, las introduciremos en nuestra batidora junto con un chorrito de bebida vegetal (la que da mejor resultado es la de coco, aunque cualquiera sería válida, siempre y cuando no tenga azúcares añadidos). También incorporaremos al puré una cucharadita de canela y un puñadito de dátiles. Batimos hasta conseguir una consistencia cremosa.
  • Resulta ser una preparación idónea para endulzar tanto bizcochos y rosquillas, como galletas y magdalenas. El modo de uso y proporciones es el mismo que con el puré de calabaza asada.


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