CON MOTIVO DE LA SEMANA SANTA ...DULCES TÍPICOS DE SEMANA SANTA

 

Dulces típicos de Semana Santa.

en nuestra localidad..

Los amantes de la repostería estacional estamos de enhorabuena en Semana Santa, cuando se abre ante nuestros ojos un infinito abanico de exquisitos dulces. En esta nueva entrada os propongo que descubráis o  recordéis  los dulces tradicionales de esta fiesta. en nuestra localidad, seguro que conoceréis más, pero os dejo los típicos y fáciles de hacer.

 Torrijas 



Ingredientes para 20 unidades

Pan para torrijas rebanadas20

   Leche 1 l

·  Azúcar 100 g

· Canela en rama 1

· Aceite de oliva 1 l

·Huevos 2

·Azúcar para rebozar

·Canela molida para rebozar

¿Cómo hacer torrijas de leche?

Dificultad: Fácil

Tiempo total 1 h

Elaboración 30 m

Cocción 30 m

Reposo 3 h

 En un cacito ponemos el litro de leche, el azúcar, la rama de canela y la piel del limón (sin nada de la parte blanca, pues amarga).

 Calentamos y cuando comience a hervir lo retiramos del fuego, tapamos y esperamos a que se enfríe antes de empapar las rebanadas de pan ya que si no se reblandecen demasiado.

 Dejamos el pan en remojo durante una hora o hasta que absorba toda la leche y no se vean restos.

 Batimos los huevos en un recipiente hondo, pasamos las rebanadas de pan por ambas caras y las freímos en abundante aceite de oliva bien caliente, volteando para que se doren por las dos caras.

 Las escurrimos bien y las ponemos en papel secante para quitar el exceso de aceite.

 


Mezclamos 100 g de azúcar con dos cucharaditas de canela molida (opcional) y rebozamos las torrijas en la mezcla.

 Servimos con fruta fresca, espolvoreamos con nueces picadas o tal cual y sin florituras. Como más nos guste.

 Eso sí, mejor calientes y recién hechas que es su momento óptimo.

 Bollos de Arcos de la Frontera

 Otro bollo similar a las monas o el panquemao tradicional de esta localidad gaditana. Tienen forma de rosco, pero la masa es de panadería, no demasiado dulce. Son muy aromáticos y la miga suave tiene mucho sabor.





 Ingredientes

 Para la masa de los bollos: 100 g. de aceite de oliva virgen extra

1/2 cucharadita de semillas de sésamo

1/2 cucharadita de anís en grano o matalahúga

100 g. de agua

15 g. de levadura fresca de panadería

35 g. de azúcar

250 g. de harina de trigo de repostería

1 pizca de sal

Para decorar: 80 g de azúcar

5 gotas de agua

18 almendras crudas

 Preparación de la masa de los bollos de Arcos de la Frontera

Calentamos el aceite de oliva virgen extra con las semillas de sésamo y el anís en grano, a fuego medio para que no se quemen.

Solo queremos darle un poco de calor, no hay que freírlas, para que suelten sus aromas.

Retiramos de la fuente de calor después de un par de minutos y dejamos atemperar.

Desmigajamos la levadura y la desleimos en el agua, a la que añadimos el azúcar y un par de cucharadas de harina.

Colocamos esta mezcla en un recipiente amplio y hondo y vertemos sobre ella el aceite aromatizado, pasando por un colador. Desechamos el sésamo y el anís.

Añadimos un pellizco de sal e incorporamos la harina poco a poco, removiendo bien para que se integre antes de añadir más.

Cuando no podamos manejar más la masa en el recipiente, la pasamos a una superficie de trabajo limpia y amasamos hasta obtener una masa suave, fina y elástica.

Podemos usar un robot de cocina o una amasadora y ahorrarnos este trabajo, programando cinco minutos a una velocidad suave.

Amasado y forma de los bollos de Arcos de la Frontera

Dividimos la masa en seis partes, procurando que tengan el mismo peso, y boleamos cada una de ellas haciendo rodar la masa sobre la superficie de trabajo y presionando ligeramente con la palma de las manos.

Para dar forma de rosco a cada porción introducimos los dedos en el centro y dibujamos círculos sobre la mesa de trabajo.

La masa se separará y se abrirá un agujero, que se hará cada vez más grande con el movimiento.

Hay que tener en cuenta que los agujeros encogerán al levar la masa y también con el horneado, así que sed generosos con el tamaño de los mismos.

Horneado y presentación final de los bollos de Arcos de la Frontera

Colocamos los roscos sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado o con un tapete de silicona, dejando suficiente espacio entre ellos para que, al crecer, no se peguen.

Humedecemos el azúcar de la decoración con unas gotas de agua y mezclamos con los dedos.

Repartimos por la superficie de los bollos y decoramos con las almendras. Nosotros hemos puesto tres por pieza, pero si sois muy fans de este fruto seco podéis usar más. Al gusto.

Cubrimos la bandeja con un paño húmedo y limpio y dejamos levar hasta que casi doblen su tamaño. El tiempo dependerá de la temperatura ambiente.

Una vez listos cocemos en el horno, precalentado a 180º C y con calor tradicional arriba y abajo, durante uno 16-18 minutos o hasta que la superficie haya adquirido un bonito tono dorado.

Retiramos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla metálica antes de servir o guardar en un recipiente hermético para consumir más adelante.

Consejos para una Bollos de Arcos de la Frontera de rechupete

Es importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente para poder trabajar bien la mezcla. Si no es el caso, esperad una hora antes de poneros a trabajar.

La cantidad de harina es orientativa, no la añadáis toda de golpe. Ya sabéis que cada harina es un mundo y hay unas que absorben más cantidad de líquido que otras.

Si notáis que la masa queda pegajosa, podéis añadir un poco más. Si ocurre al contrario, os untáis las manos en aceite y amasáis unos minutos hasta que la masa lo absorba.

La masa se puede aromatizar más añadiendo un poco de anís en grano junto con la harina. Así mismo podemos enriquecerla con un poco de canela molida. Al gusto.

Los tiempos de levado varían según la temperatura del espacio en que las preparemos. A mayor temperatura, más rapidez de levado. A menor, más lentitud.

Lo ideal es trabajar entre los 24-26ºC. En este caso, debido a la cantidad de aceite que lleva la masa, el levado es lento y puede llegar a tardar hasta 3 horas.

Por Alfonso López

Recetasderechupete.com en 2009.

 Roscos o rosquetes de Cádiz

 Seguimos en Cádiz con estos roscos o roquetes, un bocado que soporta las modas y el paso del tiempo con elegancia. Se puede encontrar en muchas pastelerías del sur de nuestro país en estos días.

                                                           


 Ingredientes

 Para la masa: 30 g. de aceite de oliva virgen extra

1 limón

1 cucharadita de semillas de anís

1 huevo grande

110 g. de azúcar

1/4 cucharadita de canela molida

190 g. de harina de trigo común 00

1/2 cucharadita de levadura química

 En su elaboración no se necesita más que un puñado de ingredientes básicos: harina, huevo, anís, azúcar, limón, canela y buen aceite, y nuestras manos.

Preparación de la masa de los Roscos o Rosquetes de Cádiz

Pelamos la mitad del limón, procurando no llevarnos nada de la parte blanca para que no amargue, y la colocamos en una sartén pequeña junto con el aceite. Llevamos la sartén al fuego y calentamos el aceite. Cuando empiece a chisporrotear apagamos el fuego.

Retiramos la sartén y desechamos la piel de limón. Este pequeño gesto es suficiente para que el aceite se aromatice. A continuación, agregamos las semillas de anís al aceite caliente y dejamos infusionar durante un cuarto de hora aproximadamente, mientras el aceite se atempera.

Mientras tanto, en un recipiente amplio y profundo, batimos el huevo y el azúcar. Solo queremos mezclar, así que no hace falta que sean unas varillas eléctricas ni nada parecido.

Rallamos la otra mitad del limón y la agregamos a la mezcla anterior junto con la canela molida. Removemos de nuevo para incorporar. Luego añadimos el aceite de oliva virgen extra infusionado y atemperado y la harina de trigo.

Removemos con una cuchara de madera o similar antes de transferir a una superficie de trabajo limpia y amasar durante un minuto aproximadamente.

Reposo de la masa. Forma de los Roscos. Horneado y presentación final

 Cuando tengamos una masa homogénea, la envolvemos en papel film y dejamos reposar en la nevera 30 minutos.

Transcurrido el tiempo de reposo, tomamos pequeñas porciones de la masa y las hacemos rodar sobre la mesa o en las palmas de las manos para formar cilindros.

Precalentamos el horno a 180º C.

Enrollamos cada cilindro y apretamos los extremos para asegurar que no se abren durante el horneado. Colocamos los roscos sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado o una lámina de silicona y los cocemos en el horno.

Horneamos a 180ºC con calor convencional arriba y abajo, durante unos 8-10 minutos. Los retiramos antes de que se empiecen a dorar y dejamos que se enfríen en la misma bandeja de horno. Servimos al gusto.

Consejos para unos Roscos o Rosquetes de Cádiz de rechupete

 Duran mucho tiempo en buen estado, aunque no nos ha dado tiempo a comprobar cuántos días porque cada vez que los hemos hecho… ¡han volado!

Es importante no dejar que los roscos se doren, son un dulce con un aspecto blanquecino. Aunque si nos pasamos con el tiempo de horno tampoco va a pasar nada. Simplemente quedarán más duros, pero igualmente ricos.

Los roscos o rosquetes de Cádiz no son tiernos, adquieren consistencia al enfriarse y quedan muy crujientes. Por eso conviene no hacerlos muy gruesos.

La masa es ligeramente pegajosa y no hay que añadir más harina. Con el reposo de media hora se vuelve más manipulable. No obstante, nos podemos engrasar las manos para facilitar la tarea de porcionar la masa y darles forma.

Aguantan muchos días en un recipiente hermético, aunque dudamos de que lleguéis a saber nunca el tiempo exacto porque vuelan de la cocina por arte de magia. Y es que están de rechupete.

Por Alfonso López

Alpisteras de Sanlúcar

 También de la provincia de Cádiz es este dulce muy típico de la localidad de Sanlúcar de Barrameda, donde también tienen su propia versión de las torrijas, remojadas en manzanilla. Se trata de un postre muy sencillo, que llama la atención por no llevar azúcar ni ningún  endulzante en la masa; el toque dulce se añade con un baño de almíbar aplicado una vez horneadas.

 INGREDIENTES (para 8 alpisteras)

4 yemas de huevo

Harina (la misma cantidad que el peso de las yemas)

Ralladura de ¼ de limón

1 cucharadita de matalahúva (anís verde)

Para el glaseado: dos cucharadas de agua + dos cucharaditas de zumo de limón + 70 g de azúcar.

 ELABORACIÓN de las Alpisteras

 Precalentamos el horno a 180º y colocamos papel de horno en una bandeja.

Separamos las yemas de las claras y en un bol ponemos las yemas con la harina, la ralladura de limón y la cucharadita de matalahúva. Removemos con una cuchara y después amasamos con la mano hasta integrar todos los ingredientes bien y obtener una masa homogénea.

Pasamos la masa a la mesa de trabajo, un poco enharinada para que no se pegue, y con un rodillo la extendemos fina. Con un cortapastas en forma de rombo, vamos cortando la masa y colocando sobre la bandeja que teníamos preparada.

Metemos al horno hasta que los picos se doblen un poco y los bordes se empiecen a dorar. Una vez listas, ponemos en una rejilla para que enfríen por completo.

Cuando estén frías preparamos el glaseado: Hacemos un almíbar con el azúcar, el agua y el limón. Cocemos hasta el punto bola (es cuando ponemos un poco de almíbar en agua fría y se forma una bolita), retiramos del fuego y removemos hasta que tome un color blanco.

Una vez frías las alpisteras, las glaseamos metiéndolas en el glaseado y las dejaremos de nuevo sobre la rejilla hasta que se sequen.


 Leche Frita

Esta prima de la torrija es también muy popular en las mesas de Cuaresma. La receta de la leche frita es relativamente sencilla, aunque es laboriosa de modo similar a la preparación de unas croquetas ya que hay que hacer una masa, enfriarla y después rebozar sus porciones.

Ingredientes


Para la crema base de la leche frita: ¾ litros de leche entera

100 g de azúcar glas

3 yemas de huevo

La cáscara de un limón

80 g de harina fina o almidón de maíz

40 g mantequilla

1 rama de canela y 1 vaina de vainilla

1/2 l de aceite de oliva virgen extra suave para freír

Para el rebozado: 3 huevos

100 g de harina de trigo de todo uso

Decoración: 100 g de azúcar normal mezclado con una cucharadita de canela en polvo (rebozado final después de la fritura)

¿Cómo hacer leche frita en casa?

En nuestras recetas de postres no podía faltar la Leite fritida a galega. Para preparar este dulce tan tradicional y casero no necesitamos unos ingredientes especiales, nos basta con los de andar por casa, por eso es uno de los unos de los postres sencillos con más éxito en la repostería española.

Antes de nada. Leche aromatizada

El primer paso es preparar los ingredientes con los que vamos a aromatizar la leche.

Lavamos muy bien el limón y pelamos su piel de manera fina, sin mucho blanco que luego nos amargue el postre.

Abrimos la vaina de vainilla  y sacamos las semillas que reservaremos para añadir más tarde a la leche.

Si utilizamos huevos caseros os aseguro que mejoráis este delicioso postre.

Separamos un vasito de leche del total que vamos a emplear y lo reservamos. Calentamos el resto de la leche en un cazo a fuego medio casi hasta el punto de ebullición.

Bajamos la temperatura y retiramos del fuego. Añadimos las semillas de vainilla, la mantequilla, la piel del limón y por último la rama de canela. Dejamos todo en reposo infusionando durante 5 minutos.

Preparación de la crema base de la leche frita

Mezclamos el almidón de maíz en el vaso de leche y juntamos sin que tenga nada de grumos.

Si es necesario le pasamos la batidora. Separamos las yemas de las claras.

Ponemos las yemas en un bol y batimos con el azúcar hasta que espumee.

Añadimos el vaso de leche y el almidón de maíz (Maicena). Volvemos a batir hasta que no queden grumos, tiene que quedar una masa homogénea. Reservamos.

Colamos la leche infusionada y la volvemos a añadir al cazo.

Calentamos a media ebullición y añadimos la crema del paso anterior.

Lo vamos añadiendo poco a poco y mezclando con unas varillas sin parar hasta que espese.

Es muy importante no dejar de remover pues si no puede llegar a quemarse o pegarse a la cazuela.

Reposo de la crema de la leche frita


Elegimos la bandeja que vamos a emplear para la crema de la leche frita.

En este caso una de cristal rectangular de 32 x 24 cm que he untado con un poco de mantequilla por si acaso aunque no suele ser necesario.

Vertemos la masa de la leche frita en la fuente para que quede del grosor deseado. Aproximamente 0,5 – 1 cm o un dedo, todo depende de gustos. A mi me gusta gordita.

Dejamos enfriar por lo menos un par de horas. Si la haces el día anterior a comerla estará mucho mejor, y es más fácil a la hora de manipular.

Cubrimos la masa de la leche frita con film transparente, que quede en contacto con la masa. Para que ésta no haga costra y quede muy suave.

Dejamos enfriar en la nevera, lo ideal es hacer la masa la noche o tarde antes. Así ayudamos a que se refrigere varias horas antes de seguir con la receta.

Fritura y presentación final de la leche frita

Una vez que la masa esté fría y compacta desmoldamos con cuidado volteando el molde sobre una bandeja.

Cortamos en porciones cuadradas o rectangulares también al gusto (entre 3-5 cm de lado).

Los pasamos por harina primero y luego por huevo batido, hasta que se impregne bien por ambas caras.

Freímos en una sartén grande con abundante aceite de oliva virgen suave o aceite de girasol.

Cuando tengan color dorado las sacamos con una espumadera, aproximadamente un minuto, medio por cada lado.

Retiramos los restos de huevo y las bolitas típicas de fritura si las tuviese.

Dejamos secar sobre papel absorbente y pasamos por la mezcla de canela molida y azúcar.

            


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